7/12/2013

¿Cómo nos modifica la presencia del otro?

Leí en un libro de Sinay que en la 1era GM, las trincheras estaban a poquitos metros unas de las otras, los combatientes podían mirarse, escucharse, casi olerse, podían reconocerse en el otro. Así se dio un fenómeno extraño... en momentos de calma empezaron a generarse lazos entre ellos, al punto de compartir situaciones... hasta pasar las navidades juntos con el implícito pacto de no matarse... 

Años después, vemos, que los misiles vuelan de una punta del mundo a la otra, cualquiera desde una oficina puede comandar un avión cargado de municiones y hacerlo estallar en cualquier lugar, a miles y miles de km, sin tener la más mínima idea de el inmenso daño que provocó, sin reconocer en el sitio más remoto de su conciencia la cantidad de muertes que carga encima, puede continuar con su vida después de cumplir con su jornada laboral, así, sin más...

Leí también, ahí mismo, sobre el diálogo. Justo en este país se escucha mucho hablar del diálogo... Como dice Sinay, cuando mantenemos un diálogo consideramos al otro. Se da una unión entre hombres, se empatiza... dos hombres como fines en sí mismos, uno es porque el otro es, el diálogo es una experiencia que se da CON el otro. En cambio, el que monologa No considera al otro, lo cosifica, es un objeto, el otro es un medio para algún fin (propio); el que monologa está automatizado... Carente de cualquier percepción, intención, valor, emoción, sentimiento del otro, a veces (¿a veces?) lo niega, niega su experiencia, lo anula por completo, simplemente monologa.

Esto me hace notar lo increíble que es darse cuenta cómo nos modifica la presencia, real, del otro. Justo hoy que estamos tan cerca (¿?) todos de todos.

3/25/2012

mentira

Para qué me decís que vas a estar si es mentira que vas a estar... es mentira que estás!

1/12/2011

society





It´s a mysery to me

we have a greed

with which we have agreed



And you think you have to

want more than you need

Until you have it all

you won´t be free



Society

you´re a crazy breed

I hope you´re not lonely

without me



When you want more than you have

You think you need

and when you think more than you want

Your thoughts begin to bleed



I think I need to find a bigger place

Cause when you have

more than you think

you need more space



Society

Crazy indeed

Hope you´re not lonely

without me



There´s those thinking more less

Less is more

but if less is more,

How you keepin score?



Means for every point you make

your level drops

Kinda like you´re startin from the top

And you can´t do that



Society

you´re a crazy breed

hope you´re not lonely

without me



Society

crazy indeed

hope you´re not lonely

without me



Society

have mercy on me

hope you´re not angry

if i disagree



Society

you´re a crazy breed

hope you´re not lonely

without me



9/25/2010

Es difícil volver, no quiero volver, me da miedo, me hace mal, me trae recuerdos, me encierra, me asfixia y me angustia.


Quiero irme, irme y no volver ¡no quiero volver!


No quiero pensar... esos días, qué difícil esos días... mi vida no era vida... qué tristeza...


 
 
emiliA !

vuelA y todo cAe . . .

La cabeza vuela en nimiedades, las pasiones son intensas y profundas, no se piensa... ni por cerca... nada se piensa... sólo se vive, se siente... se siente lo que se vive de un modo singular, va más allá de cualquier realidad.

¿Qué te protege? Nada, absolutamente nada. Pero la irracionalidad un día te las hace pagar, en el momento menos imaginado... de pronto, de repente, YA.

Y todo cae...

Ahora la cabeza no piensa en naderías...

Tu vida se rompió, se rajó, se quedó, no la podés dominar, te maneja, te destruye, sí... cuando quiere te destruye.

Intentás levantarte, volver a armarte, pero tus días te retrotraen, tus memorias y recuerdos no dejan de perturbarte, ni de atortarte... seguís, vas de un lado a otro, de un rincón a otro rincón, simplemente vas... seguís por seguir...

Soñás, imaginás, pero el vacío no se va, no se va... y vos... ¿a dónde vas?

  



emiliA !

solA . . . muy solA . . .

Se encierra, sola muy sola, tanta gente a su alrededor... hablando, riendo. Ella sola... muy sola.
No los soporta, quiere estar sola, pero está harta de sentirse sola ¿a dónde correr? ¿Con quién?
Gente egoísta, no la miran, no la escuchan, no la entienden... nadie entiende lo que siente...



emiliA !

6/19/2010

"Cuatro Leyes de la Espiritualidad"


Quiero compartir ésto con ustedes. En la India se enseñan las "Cuatro Leyes de la Espiritualidad".


La primera dice:

"La persona que llega es la persona correcta".

Nadie llega a nuestras vidas por casualidad.

La segunda ley dice:

"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido".


Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: "si hubiera hecho tal cosa... habría sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.


La tercera dice:

"En cualquier momento que comience es el momento correcto".


Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.


Y la cuarta y última:

"Cuando algo termina, termina".


Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.


* No es casual que estén leyendo ésto, si este texto llega a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado...


 


"He tomado sobre mis espaldas el monopolio de mejorar sólo a una persona, y esa persona soy yo mismo, y sé cuán difícil es conseguirlo."  Mahatma Gandhi

3/07/2010

. . . ¿Para qué vivir? . . .


Miro para atrás, miro hacia adelante… todo se nubla.
¿Cómo vamos? ¿En qué pensamos? ¿Algo nos motiva?
Llevo varios días prestando especial atención a lo que encuentro más próximo, y cada minuto que pasa se hace más caótico.

Inspirada en un libro me siento a escribir, buscando abrir mentes que interpreten lo que desde este lugar voy a intentar describir.

De forma aislada surgen claros indicios de una enfermedad generalizada, de una saturación expansiva, de un vacío popular.
(Veo que no estamos haciendo muy bien las cosas)

No soy muy amiga de las estadísticas, en realidad detesto los números… pero no puedo evitar escucharlos… y los porcentajes de depresión (sobre todo infantil), divorcios, adicciones (a cualquier cosa), depravación, acosos, entre otras barbaridades… me generan cierta curiosidad.

¿Qué cambió?
Noto una gran diferencia en las relaciones, en la manera de hablar, de escuchar, de transmitir, básicamente en la manera de comunicar; noto una tendencia desmedida hacia la virtualidad; noto que la inmediatez que actualmente nos ahoga… avasalla todo sentido existencial, nos encapsula en el abismo de lo perverso y nos guía hacia la nada.
Más de una vez escuché decir que la “Era Tecnológica” es el único camino que tiene el ser humano para ser completamente libre.
Conectados a internet podemos llegar a pisar la otra punta del globo terráqueo. “Enter” y desde Argentina bailo el Hula-hula en el Caribe… ¡Por Dios! ¿Es eso real? Por supuesto que no… la era tecnológica es la peor lacra que le pudo pasar a la humanidad.

En las bases del “progreso” me siento sumergida en una total regresión.

Esos aparatitos trastornan la mente hasta vaciarla. Nada ya importa, sólo tener el último Iphone, LCD, o esa heladera que canta y baila. Es sumamente necesario “si no lo tengo, no soy nadie, no pertenezco, quedo completamente fuera (¿de qué?)”. Genera “status”, respeto, una patética popularidad, una incontrolable adicción: “tener lo último”.

Paralelamente noto como se aletarga la estadía de los “jóvenes” en sus casas, aprovechando al máximo a papá y mamá “¿Para qué salir a trabajar? ¿Para qué crecer? ¿Para qué madurar? En casa estoy cómodo”
Al mismo tiempo, papá y mamá no dejan que el “nene” o la “nena” se vaya muy lejos… “todo está difícil, no es como era antes”, pero en realidad… esa ida para cualquiera significaría la tan detestada y odiada palabra: (mejor lo digo en voz baja) ¡¡VEJEZ!!

Nadie quiere crecer, todo se estanca, los años no pasan y la ciencia promete la gloriosa eternidad. Lo raro es que los años sí pasan, y nadie se está dando cuenta de eso…

Quiero hacer referencia a una espantosa historia ocurrida en 2004. Joyce Vincent, una solitaria londinense de tan solo 40 años, dejó de pagar el alquiler del lugar en que vivía; casi dos años después, Michael Dibbs, regente de la cooperativa de viviendas “Metropolitan Housing Trust” administradora del bloque de casas donde ella residía, se presentó en la misma para comunicarse con Vincent y así finalizar con la extraña mora. Como nadie abría la puerta, entró forzando la cerradura y encontró el cadáver de Joyce en el suelo, con la ropa puesta y la calefacción y el televisor encendidos. El patólogo forense que estudió lo que quedaba del cuerpo no pudo establecer las causas de la muerte debido a que los restos eran casi un esqueleto, pero se descartaron circunstancias sospechosas de fallecimiento.
Joyce y su familia tenían un contacto casi nulo, por lo que éstos no se preocuparon. A los vecinos no les resultó extraño, señalaron que como se escuchaba el sonido del televisor, dieron por sentado que todo estaba bien…

Momento, momento, momento… PARAME la música.

Si hay televisión… ¿¿Hay vida??

Es tétrico pero real. Las cenas en familia, los almuerzos, esos pequeños momentos que este alterado mundo nos entrega, se encuentran siempre mediados por las “fantásticas” creaciones tecnológicas. Puedo compartir un café con alguien, tener algo importante para resolver, pero si suena el celular… quedo completamente relegada del espacio, convertida en un ente inerte frente a quien no puede postergar esa única, irrepetible, e indispensable llamada.




¿De dónde surge la necesidad de tener lo que jamás fue necesario tener? Creo simplemente, que mentes brillantes, sedientas de dinero y poder, utilizan los artilugios de la palabra, manipulan las flaquezas de la vida, lo natural, para hacernos creer que “necesitamos tener” vacuos objetos para ser felices.

El término “necesidad” tiene correspondencia directa con el de “urgencia”, y contraposición absoluta al de “reemplazo”, “intercambio”.
¿Acaso el celular más caro y más lindo del mundo (que en 3 minutos pasa a ser el SEGUNDO celular más caro y más lindo del mundo) me da de comer? ¿Me escucha? ¿Me ayuda a pensar? ¿A darle rumbo a mi vida? ¿A encontrar el sentido de mi existencia?
Acaso tener mil cuatrocientos cincuenta amigos en internet o adeptos a un grupo ¿me explican por qué soy un fracasado? ¿Por qué estoy solo? o ¿Por qué tengo los problemas que tengo?

Creo que no, creo que ni un celular, ni mil vidas en una red social me van a ayudar a entender la única vida que tengo para vivir, a la que tengo que dedicarle tiempo, responsabilidad; a la que tengo que cuidar y mantener rodeada de personas de carne y hueso que sí me escuchan y que sí me ayudan a darle sentido, a encontrarme, a ser lo que verdaderamente soy… y no lo que otros creen que soy, o yo quiero que crean que soy. De personas enteras y sinceras que me ayudan a concretar proyectos reales, en lugares reales, luego de atravesar un proceso duro y lento, pero con la ilusión de regocijarme algún día en la plena y única satisfacción que premia la persistencia y el esfuerzo de luchar contra lo inmediato, lo fugaz, lo descartable.

“Mi pareja me aburrió, mejor la cambio” Esa, exactamente, es la filosofía que la era de la tecnología nos hace vivir, o mejor dicho, nos hace padecer. Porque no venden sus productos con un fin de utilidad, es el consumo por el consumo, el consumo mediante la pereza, la denigración de lo imprescindible. Hay que prestar atención…

Los mensajitos de textos, cada vez encuentran más abreviaturas patéticas que, sin darse cuenta, destrozan y acaban con la ortografía y el lenguaje de quien escribe.
El Presidente de la Academia Nacional de Letras, destaca que actualmente los jóvenes hablan con un promedio de 250 palabras, frente a las 800 que se utilizaban hace 10 años. Esto es horrible, si se tiene en cuenta lo que sabiamente dijo algún día Wittgenstein: “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”, de mi entendimiento… ¿Qué se puede esperar?
Además ¿quién entiende? “grcs” es GRACIAS; “de nda” es DE NADA; “tkr” es TE QUIERO”… palabras tan esenciales terriblemente vapuleadas… es triste. Pero más triste es darme cuenta que este gran circo que vela por la “sociabilidad” no logra más que lo opuesto. En algunos casos, la pantalla le permite al tímido decir lo que cara a cara no se anima a decir, le hace vivir un momento de apertura irreal que inevitablemente le crea cierta dependencia. Esta persona no podrá decir lo que tiene para decir sin la mediación de aquel (tan preciado) disfraz.
Lo que creo es que el tímido se hace cada vez más tímido, inmovilizado en un mundo virtual, aislado de toda realidad, preso.





“Intimidad”, “Privacidad”, “Individualidad”. Son términos que colapsan, porque justamente la “Popularidad” tiene un valor sagrado. La dignidad del ser humano se entierra completamente por 2 minutos de pantalla… tooodo pasa por la pantalla.

Sé que suena catastrófico y posiblemente exagerado. Sé que me pueden aturdir de argumentos aparentemente irrefutables en favor del “progreso”, de estos medios “democráticos”, partidarios de la libertad de elección y de acción. Pero la verdad… es que nunca vi al hombre tan manipulado, solo, vacío, inmaduro e ignorante que hoy, que en este mundo, que en esta cárcel.

La masa (valga la redundancia) se mueve en masa, el individuo se pierde en ella y de la misma manera pierde su singularidad, su esencia, su valor, su capacidad de elegir… se pierde.
La masa es peligrosa, perversa, sólo invoca al número. No tiene conciencia, no tiene moral.



Alejémonos de la muchedumbre, del conformismo, de la moda. Busquemos.

Vivir no es un camino seguro. Vivir conlleva también pena y sufrimiento. Para ser feliz es necesario conocer lo que duele estar triste.
No apaguemos lo mágico de ciertas sensaciones con aparatejos que aturden… es enfermo.

Cada objeto tiene una “vida útil”, una falla estipulada que le da tiempo al siguiente para aparecer y alucinar a esas vidas asustadas y vacías, siendo al mismo tiempo un desecho tóxico fulminante para el medio ambiente.

No podemos estar bajo su control. ¡No podemos dejar pasar el tiempo enchufados!


“¿Para qué vivir?” Ojalá no perdamos la capacidad de entender la pregunta… y mucho menos de buscar la respuesta.







emiliA !










10/08/2009

" un cAlvArio sin fin "


Con arreglo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos; particularmente a los Art: 1; 2; 3; 4; 5; 6; 13; 23; y 29. Por pregonar, esmeradamente, acertados principios como son: la dignidad, la vida, la libre circulación, la seguridad personal, la justa educación, el trabajo decente, entre otros; “sólo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como sus derechos civiles y políticos, los cuales sólo se ven limitados por el reconocimiento de las facultades y libertades de los demás, así como por los requisitos de moralidad, orden público y bienestar general.”

Pero en una sociedad donde el hedonismo prevalece, y el egoísmo enceguece, donde el todo está compuesto por una gran superficialidad, y donde los valores y principios decaen notablemente; en la que los hombres se caracterizan por su codicia enceguecida, buscando incansablemente tener cada vez más a costa de quien y de lo que sea, sin una línea constante y una felicidad estable; en la que ya no existe un equilibrio espiritual y material, porque claramente la espiritualidad y profundidad quedaron completamente desplazadas; en la que el éxito, el dinero, y el reconocimiento es lo único que se valora; es decir, en una sociedad como la nuestra, no sería absurdo pensar que hechos de cierta naturaleza clandestina, como es el tráfico o la trata de personas, pudieran ocurrir.



Es que creo que en ninguna otra condición, los Derechos Inalienables de la Persona Humana son tan ultrajados como cuando ella se transforma pura y simplemente en una mercadería de consumo para el placer de algunos.La finalidad del tráfico de personas tiene como destino, en una proporción importante, el mercado del sexo, el que está condicionado por la demanda, es decir, por los "clientes".

Los niveles sociales de tolerancia ante este hecho evidencian, junto a la degradación moral de quien hace uso de los servicios sexuales por dinero, una profunda injusticia que entraña una quiebra de valores éticos en nuestra sociedad.


Debido a su naturaleza clandestina y a la falta de consenso en la definición y comprensión de este fenómeno, resulta sumamente difícil establecer con precisión cifras o estadísticas. Sin embargo, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que, a nivel mundial, cada año, aproximadamente un millón de hombres, mujeres, niños y niñas son engañados, vendidos, coaccionados o sometidos a condiciones semejantes a la esclavitud bajo distintas formas y en diversos sectores: Construcción, agricultura, servicio doméstico, prostitución, pornografía, turismo sexual, niños soldados, tráfico de órganos, venta de niños, entre otros. Siendo las mujeres, las niñas y los niños el sector más vulnerable.
En 1997, la policía estadounidense descubrió un grupo de 55 niños mudos que vendían llaveros por un dólar en trenes y subterráneos de Nueva York. “Los muditos de Jackson Heights”, como los llamó la prensa, habían sido trasladados desde México por una banda que se dedicaba a esclavizar niños indefensos. Los pequeños recibían castigos corporales y no cobraban salario alguno.




Las condiciones de trabajo intolerables que padecen los niños que son víctimas del tráfico, el contacto con herramientas y sustancias peligrosas y los castigos violentos que reciben no sólo quebrantan su salud:

* Trastornos del sueño y de la alimentación * Enfermedades de transmisión sexual, VIH/SIDA, dolores pélvicos, fisuras rectales y problemas urinarios derivados del trabajo en la industria del sexo * Problemas crónicos de columna, audición, cardiovasculares o respiratorios derivados de extensas jornadas dedicadas a la realización de tareas agrícolas peligrosas, al trabajo en fábricas o en tareas de construcción

Sino que también los exponen a profundos traumas psicológicos:

* Miedo y ansiedad * Depresión, cambios de estado de ánimo * Culpa y vergüenza * Choque cultural por encontrarse en un país extraño * Trastorno por estrés postraumático * Vínculo traumático con el traficante.
Para muchos de ellos, esos tormentos suplementarios terminan por abrirles el camino de la delincuencia o sumergirlos en los abismos de la droga.




Al mismo tiempo, la trata de personas, es un crimen inequitativo en términos de género, afectando a las mujeres de manera desproporcionada. No sólo por registrar la mayor parte de las víctimas, incluso en el ámbito laboral, sino porque las formas de explotación a las que son sometidas suelen ser más severas.

Los sectores donde tradicionalmente existe “demanda femenina” son en su mayor parte informales, poco protegidos y no regulados, lo que las hace más dependientes de redes de intermediarios, sea de tratantes o traficantes.
Éstos, entre muchos otros factores, hacen a las mujeres más proclives a ser presa de la trata y la explotación en todo el mundo.


Se evidencia entonces, la urgente necesidad de educar en una cultura asentada firmemente, sobre valores como la dignidad insobornable de todo ser humano y el respeto a sus derechos; poner los medios necesarios para que estos comportamientos degradantes sean objeto de una firme reprobación ética y social.
Y es preciso que se erradique la injusta y demoledora mentalidad, según la cual la mujer es la primera víctima, que considera al ser humano como una cosa, un objeto de explotación comercial, un instrumento de interés egoísta, o de sólo placer.




emiliA !
Bibliografía consultada:


http://www.acnur.org/index.php?id_pag=2038
http://es.encarta.msn.com/encyclopedia_761567140/Declaraci%C3%B3n_Universal_de_Derechos_Humanos.html
http://www.oas.org/atip/Reports/Trata.Aspectos.Basicos.pdf

7/27/2009

. . . ¿A quién? . . . ¿Para qué? . . .


Después de un tiempo empezás a pensar, te empezás a preguntar, creés encontrar respuestas que no son más que desaciertos... frustraciones.


Necesitás cada vez más, confiás cada vez menos; te dan poco, te dan algo, te dan nada... promesas y más promesas... ¿o miedo a hacer promesas?...


Reclamás... ¿exigís?... pero merecés... te ofuscás, sentís que es tarde... esperás, entendés, ¿a quién? ¿Para qué?... ni vos lo sabés, pero es que no te querés desprender, no podés... ¿no podés?


Triste y harta, libre pero encadenada.


Sabés que la contradicción comienza a formar parte de tu alma, y ya nada alcanza... porque viviste en plenitud, sentiste a tu vida un día en un estado de pulcritud.
Y sólo buscás recuperar... ¿no te obsesionás?... pensás que recordás, pero simplemente desistís...


Seguís... incrédula, valés y nadie lo ve...


Vas... inconforme, querés gritar... y gritás, pero nadie te escucha, no lo perciben... ni siquiera se inmutan...


Persistís... ilusa, ¿alguien te busca? Nadie se mueve...


Caminás...



Corrés...


Saltás...


Te caés...


Te levantás...


Y seguís...


...pero sólo por seguir.




emiliA !